El negocio que no planifica su dinero, vive al borde del caos
En muchas PYMEs, los ingresos entran, los gastos se pagan… y nadie sabe si ganaron o perdieron.
No hay un plan, solo reacción.
Un presupuesto anual bien hecho permite tener orden, anticipación y control. No es solo para empresas grandes, es clave para cualquier negocio que quiera crecer sin depender de la suerte o del instinto.
Un presupuesto es una planificación financiera que proyecta los ingresos, costos y gastos del negocio durante un período (normalmente, un año).
Sirve para:
Fijar metas claras y realistas
Controlar el gasto y evitar desorden
Decidir cuándo y cuánto invertir
Prepararse para meses difíciles
Comparar lo planificado con lo real (y corregir)
Proyecta tus ingresos
Basado en años anteriores, tendencias, nuevos productos o canales.
Calcula tus costos variables
Esos que cambian según cuánto vendes: materias primas, comisiones, transporte.
Identifica tus costos fijos
Sueldos, arriendos, licencias, etc. Aunque no vendas, igual los pagas.
Define inversiones o gastos extraordinarios
Ej: nueva máquina, campañas, rebranding, sistemas.
Proyecta tu flujo de caja mensual
Para saber cuándo podrías tener problemas de liquidez (aunque el año cierre con utilidades).
Haz seguimiento mensual: compara presupuesto vs. realidad
Ajusta cuando sea necesario, pero con criterio
Registra todos los movimientos, aunque sean pequeños
Apóyate en herramientas simples: Excel, Google Sheets, apps contables
Una pyme de servicios técnicos preparó su primer presupuesto anual.
Detectaron meses de baja y prepararon promociones para esos períodos. También aplazaron una inversión costosa que iba a afectar su flujo.
Resultado: cerraron el año con utilidades y sin necesidad de créditos.
Presupuestar no es adivinar: es planificar con criterio y controlar con disciplina.
Así, las decisiones financieras se toman con información y no con ansiedad.
Gestión PyME
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