No se vende igual a empresas que a personas. Aprende a construir relaciones que duren y conviertan
Muchas PyMEs mezclan estrategias sin entender que vender a empresas (B2B) y vender a consumidores finales (B2C) requiere enfoques, tiempos y procesos distintos.
Entender estas diferencias te permite diseñar estrategias comerciales más efectivas y sostenibles.
Aspecto
B2B
B2C
Cliente objetivo
Empresas o profesionales
Personas naturales
Proceso de compra
Largo, racional, con varios decisores
Rápido, emocional, individual
Valor del ticket
Alto
Bajo o medio
Volumen de ventas
Menos clientes, más grandes
Más clientes, menor ticket promedio
Postventa
Fundamental (renovaciones, soporte)
Importante pero menos exigente
Conoce al decisor: no siempre es el dueño. Puede ser un gerente, comprador o comité.
Sé consultivo: tu rol es resolver un problema, no solo vender.
Formaliza el proceso: propuestas, contratos, seguimiento y soporte.
Cuida la relación: una venta puede durar meses, pero un cliente feliz te dura años.
Escuchar antes de ofrecer
Responder rápido y con claridad
Cumplir lo prometido
Medir la satisfacción del cliente (NPS, encuestas)
Una empresa de tecnología que vendía software tanto a empresas como a particulares ajustó su estrategia:
Para B2B, creó un equipo comercial especializado y material técnico.
Para B2C, automatizó su sitio y activó embudos de email marketing.
Resultado: duplicó las ventas en 6 meses, sin aumentar personal.
CRM segmentado: HubSpot, Pipedrive o Bitrix24
Email marketing: Mailchimp, Brevo
Encuestas y feedback: Google Forms, Typeform
Gestión de leads: Trello, Airtable, Notion con automatizaciones
No todas las ventas son iguales. Entender si estás vendiendo B2B o B2C —o ambos— te permite crear procesos más efectivos y relaciones más duraderas.
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