No se trata solo de vender más, sino de elegir bien cómo vender
La mayoría de las PYMEs empieza vendiendo de forma presencial.
Pero al crecer, necesitan evaluar otros modelos que permitan escalar, reducir costos o llegar a nuevos públicos.
Elegir el modelo de venta adecuado puede marcar la diferencia entre estancarse o crecer con eficiencia.
1. Venta presencial (cara a cara)
Ideal para: productos de alto valor, ventas consultivas, negocios locales
Ventajas: relación directa, confianza, personalización
Riesgos: es más lento, depende de personas, difícil de escalar
2. Venta digital (e-commerce, redes, automatización)
Ideal para: productos estandarizados, bajo costo por unidad, públicos masivos
Ventajas: escalabilidad, bajo costo marginal, disponible 24/7
Riesgos: requiere inversión en marketing digital y experiencia de usuario
3. Distribuidores y terceros (partners, retail, afiliados)
Ideal para: expansión rápida, entrar a nuevos territorios, productos con buena rotación
Ventajas: bajo costo comercial, alcance amplio
Riesgos: menos control sobre la experiencia del cliente, menor margen
Depende de:
El tipo de cliente que tienes
El nivel de personalización que necesita tu producto
Tus capacidades internas (logística, marketing, atención al cliente)
Tu estrategia de crecimiento
Muchas veces, lo ideal es una combinación inteligente de varios modelos, según la etapa del negocio.
Si tu cliente puede comprar presencial, por web y por WhatsApp, asegúrate de que la experiencia sea coherente.
Mismo tono, mismos precios, misma promesa.
Una pyme de productos gourmet partió vendiendo en ferias (presencial), luego abrió una tienda online y finalmente sumó distribuidores en hoteles boutique.
Cada canal fue elegido según su momento y capacidad.
No hay un modelo de venta único que funcione para todos.
El secreto está en entender tu negocio, tu cliente y tus capacidades, y desde ahí diseñar una estructura comercial que te permita crecer sin perder el control.
Gestión PyME
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